Las mujeres somos unos seres complejos, “multitasking”, llenas de emociones y con mucho que decir.
A pesar de todos los logros y conquistas, existen ciertas características que no hemos logrado superar, siendo una de ellas el afán de destrozarnos entre nosotras.
¿Será por esto que la mayoría de mis amistades son hombres?
Desde pequeña, siempre me atrajo compartir con el sexo masculino, no sé si sería porque mi compañero de juegos era mi hermano mayor y mi bebe era mi hermano menor…o porque con mis amigos del sexo opuesto, no me sentía juzgada, envidiada u observada.
La competencia entre el mismo género, por lo general se da a partir de la etapa preescolar hasta la tercera edad, y se intensifica entre los 11 y los 25 años, cuando las mujeres estamos en pleno juego de la conquista y de la valoración.
Aunque no sea nada nuevo, lo notamos más debido al auge de los medios sociales.
Un estudio científico confirma que las mujeres agreden a sus congéneres con tácticas letales a veces manejadas con cierta sutileza como propagar chismes o inventar apodos para descalificar a otra mujer, difamar, criticar sus logros o el clásico “síndrome de prostituta” donde la mujer es calificada de fácil o promiscua.
La competencia entre mujeres ha opacado lo que debería ser una complicidad. ¿Pero por qué?
La dura verdad es que las mujeres podemos llegar a ser las peores enemigas de nuestro propio género.
Con la llegada de las redes sociales, esto se ha intensificado aún más. Porque ahora no solo atacamos por celos, frustración o envidia, sino para ganar “seguidores”. Lo digo con propiedad, pues el año pasado fui objeto de una pseudo “blogger” que, por ganar seguidores asumo yo, falseó una conversación que escuchó a medias, donde lo chistoso se tornó diabólico, dándole su propio toque malicioso o incluso fabricado, mientras se presentaba como el ángel guardián del sexo femenino. Logró su objetivo dado que esa misma noche, ganó 5,000 “followers”.
A raiz de esa calumnia, una “amiga” que conozco hace más de 30 años, se encargó de divulgarlo e incluso se alegró que yo estuviera en esa época en el ojo del huracán. Lo más perturbador es que, mientras me consolaba en privado, le decía a todos que me lo tenía bien merecido, hizo más de 10 “memes” burlándose de mi y me los pasó al wassap haciéndome creer que los había encontrado en la red. ¿qué placer le daba verme mal? Con el tiempo entendí que no es una persona feliz con su vida y que disfruta con la desgracia ajena.
¿Qué nos está pasando? ¿Dónde quedaron los valores, la compasión al prójimo? ¿o simplemente el alegrarse por los éxitos de los demás? ¿Será cuestión de fallas en casa? ¿O de la sociedad?
Antes, podías tener una conversación íntima con unas amigas, en un lugar privado o público, tomarte un par de tragos, te desahogabas ¡y listo!…ahora solo llegas a tu computadora y, cual concierto de piano, te arrebatas a insultar a media humanidad por estupideces.
La razón por la cual las mujeres prefieren hablar mal de las demás a sus espaldas o cubiertas por el anonimato que dan las redes sociales, es en general por falta de amor propio, baja autoestima, inseguridad, envidia y toques sociópatas.
Esto explica su facilidad para juzgar y poner etiquetas, lo cual solo refleja la realidad de cómo se sienten y su capacidad para proyectar sus propias dificultades emocionales.
Los hombres, a diferencia de las mujeres, se van directo a los puños y los insultos, lo hacen de manera directa. Sin embargo, nuestro sexo lo hace de manera soterrada o sea que su agresión suele ser más indirecta y hasta hipócrita diría yo.
Esto se da no solo en los ámbitos sociales o en simples rivalidades amorosas sino también en el campo laboral donde la competencia se incrementa.
Ahora bien, así como no todas las mujeres se comportan de esta manera, vale también destacar que los hombres a menudo se involucran en este tipo de conducta.
Recientemente fui atacada en redes sociales por un personaje masculino quién decía que me creía una chiquilla de 20 simplemente porque participé en un video de baile e incluso insinuó que yo estaba desesperada por sexo. O sea que, según este señor, verse bien pasados los cuarenta y tener la capacidad y energía de seguir realizando actividades de baile ¿es estar desubicado?0 ¿desesperado? O más bien ¿detecto una frustración?
En vez de tratar de analizar y comparar los casos masculinos versus las mujeres que agreden a otras, prefiero pensar que el común denominador de los ataques es un amalgama de envidia, frustración y traumas.
Lo importante es tener siempre presente que las palabras solo hieren cuando te importa quién las dice, qué es lo que dice y cómo lo dice. Esto permite pasar rápidamente la página y enfocarse en lo importante.
Reza el dicho “la gente feliz no habla mal de los demás” Todas, repito TODAS, incluyéndome, hemos tenido la tentación de “desahogarnos” sobre lo que no nos gusta de una persona, ya sea por catarsis o cualquier otro sentimiento. El problema es cuando esto se vuelve costumbre sin medir el daño que se le hace a otro ser humano.
He dedicado gran parte de mi vida a empoderar a mujeres y lograr que crean en su potencial. Tengo pocas amistades, pero las que tengo son unas amigas maravillosas que me apoyan y me aplauden en mis triunfos, me ayudan a levantarme cuando hace falta y cuyas críticas son constructivas y no destructivas. De eso debe tratar la amistad entre nosotras las mujeres. “La unión hace la fuerza”.
Estas son algunas de las típicas críticas de mujeres hacia otras mujeres:
- Si tiene una relación con alguien: es una cualquiera. Debes preguntarte si no hay algo de envidia hacia alguien que al parecer lo está pasando bien mientras te ahogas en tu rutina.
- Si no tiene hijos: No es una mujer completa, es insensible y vanidosa.La vida actual nos permite ser más flexibles con las etapas de la vida de la mujer. No dejes que el machismo que nos dominó por generaciones te haga juzgar a otras mujeres. Además existen muchas razones por las cuales una mujer no haya tenido hijos incluyendo problemas médicos.. ¡No juzgues!
- Si tiene una buena vida social y a veces llega tarde del trabajo:es una mala madre porque abandona a los hijos y pésima ama de casa. Tú como mujer, deberías alegrarte de que otra pueda compaginar las diferentes facetas de su vida.
- Tras un ascenso laboral: “Seguro hizo algo para conseguirlo”:Dar a entender que los logros profesionales de una mujer se deben forzosamente a favores sexuales. Es un concepto machista que nos ha perseguido por años y que debemos evitar a toda costa.
- Si se pasa de copas en alguna fiesta:es una alcohólica. Ofrece discretamente tu apoyo y protección. Ya sabes lo de no lanzar la primera piedra…..
- Si bajó de peso: Está anoréxica, parece un saco de huesos, se hizo lipo. A algunas mujeres no les gusta reconocer el esfuerzo y dedicación de otra y menos si se ve mejor que ella así que buscan excusas o motivos para desmeritarla.
- Si es divorciada:es una roba maridos. Es otro concepto machista que nosotras como mujeres debemos desechar.
- Si tiene un cuerpo bien tonificado con buenas proporciones:de seguro que está toda operada.Aplaude el esfuerzo y disciplina que esto conlleva.
Y la lista sigue y sigue…
Para concluir solo me queda decirles que se alejen de las amigas que se expresan despectivamente mal de otras;tienen la capacidad de intoxicar nuestras emociones y llegar a desequilibrarnos. Vivir en paz no tiene precio ni es negociable.
Un último consejo:
«Rodéate de gente que sume, que sea solidaria con otras mujeres y que fomente la unión».
Yo siento que vivimos una eterna competencia, porque hasta la manera en como nos vestimos es motivo de envidia, miradas fulminantes entre nosotras las mujeres. En varias ocasiones me a sucedido que he coincidido con alguien que esta vestida igual que yo, y me han mirado despectivamente. Yo soy de la opinión, la percha hace la diferencia.
Las mujeres debemos ser aliadas, tal y como lo son los hombres. Gracias a Dios, me siento bendecida por el grupo de amigas que tengo, todas son mis cómplices, y las amo con todo mi corazón.
❤ nos apoyanos siempre!
Excelente y atinado artículo, opino, definitivamente, que el factor principal es la envidia, envidia a un bello cuerpo, envidia a la economía ajena, envidia al éxito ajeno, envidia a la vida personal ajena, en fin envidian tanto tú vida que te copian hasta el color de lipstick que usas……. lastimosamente estos individuos tienen tanta carga negativa dentro del alma que no han podido canalizar y que afecta negativamente a los demás. Consejo: erradicar personas tóxicas, debo admitir que me ha tocado alejarme de gente que un día quise mucho, pero con tacto y sin discutir ni reclamar, simplemente me alejo porque el solo hecho de reclamar, te pone al nivel de ellos (as) ………Hay que rodearse de gente exitosa, con buena energía, buena educación, moral y modales, esas personas aún existen y son un plus a nuestra vida!! Las mujeres debemos ayudarnos, apoyarnos, aconsejarnos y nunca Envidiarnos!!!! Para todas hay éxito, para todas hay amor, Vivan Chicas Vivan!!
Wowww!!!! Amiga! Este artículo es oro en polvo… recordar a todas nosotras las mujeres que vale más ser un equipo lleno de apoyo .. que desperdiciar el tiempo en criticarnos y destruirnos unas a otras.
Es importante saber la diferencia entre amigas (las que siempre te apoyan, aconsejan, escuchan) y las «conocidas» (las que no sabes si te apoyarán o te clavarán el puñal en la espalda) en fín… al pasar de los años nosotras las mujeres pulimos ese sentido de análisis » oh oh….ella no es confiable…. ) y nos vamos alejando lentamente, pero dejando siempre nuestra huella de buena vibra. (Ojo.. También lo detectamos en clientes, proveedores, en el entorno) .
A seguir rodeadas de gente que nos sumen en todos los aspectos… y que todas podamos compartir saludablemente.
Abrazotessssss amiga hermosa! Sigue con estos artículos que nos nutren!! .
Pedro mejia
Clara y muy acertada opinion sobre este tema. Las mujeres debemos aprender a apoyarnos y ayudarmos mas. Debemos aprender a hacer criticas contructivas y a no consolar nuestra frustraciones despotricando en contra de nuestros semejantes. Ya sea que se trate de iba rivalidad amorosa, professional, personal o de cualquier indole debemos manejar la situacion con inteligencia, elegancia y dignidad. Hablar mal de Los de mas es a la larga protector lo peor de nosotros mismos. Aprendamos a hacer mejores personas controlado la lengua y pensar muy bien antes de hablar. Si queremos demostrar que somos mejor que otra persona entonces demos el ejemplo. Aprendamos a brillar con luz propos sin tener que apedrear el foco ajeno.
Clara y muy acertada opinion sobre este tema. Las mujeres debemos aprender a apoyarnos y ayudarmos mas. Debemos aprender a hacer criticas contructivas y a no consolar nuestra frustraciones despotricando en contra de nuestros semejantes. Ya sea que se trate de iba rivalidad amorosa, professional, personal o de cualquier indole debemos manejar la situacion con inteligencia, elegancia y dignidad. Hablar mal de Los de mas es a la larga proyectar lo peor de nosotros mismos. Aprendamos a hacer mejores personas controlado la lengua y pensar muy bien antes de hablar. Si queremos demostrar que somos mejor que otra persona entonces demos el ejemplo. Aprendamos a brillar con luz propia sin tener que apedrear el foco ajeno.