Escoger un vestido de noche no es tarea fácil. Después de horas de búsqueda, el que finalmente te llama la atención no existe en tu talla o en los tonos que te favorecen.
Además, el presupuesto que te has asignado influye en tu decisión de compra; de ahí la proliferación de tiendas de alquiler que nos permiten por unas horas lucir bien a un precio relativamente módico. Pero, si optas por adquirir tu vestido, prepárate con antelación definiendo claramente lo que te gustaría para esa ocasión especial.
Este año 2015 fue marcado por colores fuertes y pasionales, muy llamativos y “sexys”. Tonos desde el rojo pasión, fucsia, coral, carmín, rojo óxido hasta el denominado “hot pink” marcaron mucho en las alfombras rojas. Vimos también tonos metálicos, siempre un clásico de fin de año, predominando los plateados muy oscuros o muy claros. Para las de mente más tradicional, la apuesta segura de tonos blanco y negro tanto separados como combinados.
En cuanto a cortes, los diseñadores de moda nos aportaron líneas entalladas marcando cintura, escotes pronunciados al igual que los “palabra de honor”, escotes asimétricos y combinados entre sí, opciones sencillas y elegantes, además de muy favorecedoras.
Vimos desfilar los vestidos-joya, auténticas joyas con piedras preciosas o semi-preciosas, lentejuelas, cristales, metales y perlas, con accesorios discretos y de buen gusto para dejarle el protagonismo al vestido.
Te recomiendo que, antes de escoger un vestido de noche, no solo debes probártelo; camina con él, mírate en el espejo desde diferentes ángulos, pruébatelo con los accesorios que piensas usar ese día y asegúrate de que el corte te favorezca y esté a tu talla. Recuerda que si te queda un poco grande, se puede alterar pero un vestido muy ajustado no se podrá acomodar a tu talla sin perder su línea y diseño únicos.
Artículo escrito para la revista Women News.
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