Este artículo, en el cual hemos incorporado un párrafo, fue anteriormente publicado por la Revista Women News en el 2016.
He quedado asombrada leyendo comentarios en redes sociales desbordando veneno contra figuras públicas mayores de 40 años (incluyéndome a mí). Pareciera como si el hecho de ser una persona conocida debería limitarse a personas que no sobrepasen los 30 según esas “almas caritativas”. Los comentarios negativos son más virulentos cuando esas figuras se ven bien sin importar su edad biológica y tristemente, la mayoría provienen de otras mujeres.
Recuerdo hace como un año, una animadora con una trayectoria impecable regresó a la televisión y las redes sociales se vieron inundadas de comentarios lamentando el hecho de que fuera una “vieja”. Cuestionaban el porqué de su regreso a la televisión sin importarles de que se viera espectacular y su experiencia y dinamismo enriquecían el programa.
Algunas civilizaciones veneran los años acumulados porque los consideran un paso importante para el ser humano con la acumulación de experiencias y sabiduría. Pero, nuestra cultura le da demasiado énfasis a la juventud y tiende a menospreciar a las personas mayores.
Inevitablemente y con un poco de suerte, nos toca traspasar la barrera de la “juventud” y experimentar “madurez” y “vejez”. Lo importante es aprender a celebrar cada una de las etapas de nuestra vida. Lo que cuenta es la manera de llevar con elegancia, madurez, optimismo y una elevada autoestima, los años que nos suma la vida.
Aunque no soy muy amiga de las cirugías estéticas invasivas para el rostro, considero que no está mal que una persona se someta a algunas cirugías estéticas. Al fin y al cabo, es cuestión de gustos y dinero, pero lo exterior es solo el reflejo de un cuerpo interno sano.
Me refiero a que de nada sirve que una persona se aplique 5 inyecciones de Botox anuales en la cara y se haga una liposucción, cuando no cuida lo que come, no se ejercita, no cuida el tiempo que duerme y tampoco la cantidad de agua que consume.
El año pasado, subí una foto en traje de baño y un señor me puso el “hashtag” de que yo debería envejecer con dignidad y su tono acusador me reprochó el haber alterado la foto con “photoshop”. Se trataba de una simple foto tomada con mi celular.
Pero, ¿qué es envejecer con dignidad? ¿Descuidarse paulatinamente tanto física como mentalmente para asumir con tristeza el paso de los años y rendirse? ¿No sería más apropiado asociar la palabra “dignidad” con el cuidado de la alimentación y la figura además del enriquecimiento de la mente?
Lo irónico de todo esto es que esas personas que se escuden en el anonimato expresando todo su veneno y que el único insulto que les sale del teclado es “ la vieja esa” no se han percatado que algún día, si tienen suerte, llegarán a esa misma edad y vaya usted a ver en que condiciones.
Envejecer con dignidad es cuidarse: comer sanamente, ejercitarse, dormir suficientes horas y tomar abundante agua. Es también seguir cultivando la mente, atreverse a asumir nuevos retos, hacer cosas diferentes y vivir intensamente, sin importar la opinión de mentes pequeñas.
Para ti que ya rebasaste los 40, 50 e incluso los 60 años, recuerda:
- La edad es solo un número; no define quién eres.
- No pierdas el tiempo preocupándote de cosas que no puedes cambiar; cambia las cosas que sí puedes.
- Recuerda que la vida puede cambiar en un instante.
- Concéntrate en envejecer de forma positiva, no en evitar el envejecimiento.
- Vive cada día de tu vida plenamente.
- ¡Ejercítate, Renuévate y Motívate!
- Aprende cosas diferentes.
- Ignora los comentarios mal intencionados.
Fotos Portadas: Wilmer Acosta. Maquillaje: Omar Rodríguez.Peinado: Keytlin De la Fressange. Foto Deportiva: Yolena Samudio. Maquillaje y Peinado: Keytlin De la Fressange. Top y Leggin by Vassa Mujer
0 comentarios