Hemos iniciado la Semana Santa, época relacionada con el color morado. Es el más potente de todos los colores, con un tono púrpura azulado oscuro cuyo nombre hace referencia al color de las moras.
En sus inicios era extremadamente difícil de crear, por lo que las prendas que llevaban este tono se reservaban para personas importantes como reyes, emperadores o figuras religiosas de alta jerarquía. Por esta razón, se asocia con la nobleza, realeza y lujo.
En el 2016, fue uno de los colores favoritos de los diseñadores y lo pudimos apreciar en todas sus tonalidades en tops, blusas, camisas, faldas , vestidos y accesorios.
En la psicología del color, el morado puede significar duelo o un dolor muy profundo que no ha sanado.
También connota que somos negativos y que estamos atravesando una depresión.
Por otro lado, es el color de la ambición. Representa igualmente sabiduría, creatividad, extravagancia y espiritualidad. Ya vemos como en Panamá el Cristo Negro de Portobelo se asocia con el morado conocido como “morado nazareno” y durante la cuaresma, las casullas de los sacerdotes son moradas en símbolo de humildad y penitencia.
El morado es capaz de combatir los miedos y aportar paz. Posee un efecto de limpieza en los trastornos emocionales. Los impulsos musicales y artísticos y la sensibilidad a la belleza están asociados a este color. También se relaciona con magia y encantamiento.
Como si fuera poco, también representa la protección psíquica y estimula la imaginación.
0 comentarios