Cuando se habla de mujeres de  40 y más, siempre se resaltan los cambios físicos y todo lo que se va perdiendo.

Existen mitos que afirman que las mujeres de esta edad se convierten en personas sedentarias, con poco apetito sexual, desinteresadas por nuevas relaciones y que sólo utilizan su tiempo libre para hacer manualidades, leer y otras actividades que no demandan mucha intelectualidad.

Claramente las personas que piensan asi no han llegado a esta edad.

Afortunadamente, la famosa crisis de los 40 no nos golpea de la misma forma a mujeres y hombres, quienes viven su ‘síndrome de Peter Pan’ y buscan sentirse más jóvenes.

Por lo general, no tenemos esa necesidad  porque valoramos la estabilidad, conocimientos además de la madurez a la que hemos llegado.

Incluso, existen diversos estudios que afirman que las mujeres de 40 años en adelante buscan experiencias de vida, saben lo que quieren y no quieren y algunas están en búsqueda de aventuras y satisfacción laboral y hasta sexual.

Reza el dicho del escritor francés  Víctor Hugo: «Los 40 son la edad madura de la juventud; los 50, la juventud de la edad Madura”

Pasadas las cuatro décadas, somos más asertivas, ambiciosas y más centradas.  Igualmente, a esta edad, nos podemos dar el lujo de gozar de  la vida con mayor intensidad, pues ya no existen los temores propios de la juventud como quedar embarazadas, probar nuevas posiciones sexuales o adquirir alguna enfermedad e infección.

Esto se debe principalmente a que las mujeres de 40 años en adelante tenemos mayor experiencia de vida, más seguridad, y nos atrevemos por fin a ser nosotras mismas.

En el plan profesional muchas ya han alcanzado sus metas y los complejos de la adolescencia se desvanecen siempre y cuando hayamos vivido una vida con el propósito de superarnos y que nuestro círculo y entorno haya sido positivo.

1.Paciencia

2.Espiritualidad

3.Decir las cosas tal cual las pienso.

4.Independencia emocional

5.Autoestima

7.Saber lo que quiero.

Recuerda que“la  fruta madura quizás esté un poco magullada por los bordes, pero es más dulce y satisfactoria que la todavía verde.”

Y tú ¿cómo has llevado tu cuarta o quinta década?